Aviso:
“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR,
ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES),
EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS,
Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

martes, 4 de enero de 2011

¿PINOCHETISTA RENOVADO? ¿PINOCHETISTA AUTÉNTICO?

Recientemente me sucedieron dos hechos con relación a la persona del General Pinochet. El primero, un amigo de mucho años, a sabiendas de mi postura ideológica y de principios que abiertamente sustento y declaro -y por todos conocida-, me dijo que cuando fuera atacado por defender la obra del gobierno de las FF.AA. y de Carabineros, mi respuesta debía ser que soy “un pinochetista renovado”, y con ello sorprendería y neutralizaría a mis interlocutores.

Días después, un distinguido General de Ejército, llamado a retiro este año, me señaló, muy convencido de que me estaba un dando un muy buen consejo: “quiero ser asesor de tu imagen personal y te sugiero no uses el corvo que llevas en el cuello”.Previamente me había hecho saber que para el Ejército actual, Pinochet había sido olvidado y que los presos políticos militares condenados, actualmente recluidos, eran unos leprosos, un“chivo expiatorio” a los que se les había dado la espalda. Como en ese momento no estábamos despidiendo, no quise rebatirle, contarle que ese corvo había pertenecido al General Pinochet, y cuál había sido la razón por la que me lo había obsequiado y lo colocó como colgante en mi pecho.

En todo caso, con su propio comentario ya se estaba contradiciendo en sus dichos, al haber puesto el tema de Pinochet por su propia iniciativa. Este General está equivocado, porque mantengo contacto con diferentes jerarquías en servicio activo y puedo afirmar rotundamente, que de Teniente Coronel hacia las más bajas jerarquías, el General Pinochet tiene plena vigencia. De Coronel hacia arriba, seguramente, lo omiten para poder seguir haciendo carrera. Si se quiere ser General, lo políticamente correcto, por ahora, es desentenderse del gobierno de las FF.AA. y de Carabineros.

Tienen latente que un Capitán activo, nieto del Presidente Pinochet, Augusto Pinochet Molina, por hablar en sus exequias y testimoniar sus sentimientos afectivos a su abuelo, fue expulsado en forma destemplada e instantánea de las filas del Ejército. Igual suerte sufrió por esos días, el distinguido General Ricardo Hargreaves, que tuvo la “osadía” de hacer un recuerdo cariñoso de Pinochet, porque alguna vez estuvo bajo sus órdenes. ¡Verdaderamente insólito!

¿Podrá olvidar el Ejército, que en toda su historia no existe el precedente de haber tenido por un cuarto de siglo, a la cabeza de la Institución, en calidad de Comandante en Jefe y como Capitán General, a Augusto Pinochet Ugarte?

No creo que sea necesario enmascararse como pinochetista “renovado”, o buscar argucias hipócritas para tomar distancia de un gobierno exitoso del que tendrían todo el derecho de presumir, por haber sido parte de esa obra noble y altruista. A mucho orgullo, no soy un “pinochetista renovado”, soy un “pinochetista auténtico”, y no tengo complejos ni temor de expresarlo.

¿Pinochet olvidado? Pero si lo recuerdan todos los días, especialmente sus adversarios. ¿Acaso no le echaron la culpa por el incendio de la cárcel de San Miguel? ¿Su nombre no es recurrente todos los días en el Congreso Nacional? ¿Alguien duda de que Camilo Escalona sea su más “asiduo devoto”? ¿No es carta fija en correos de internet, en programas radiales, en televisión y prensa escrita? ¿Se ha fijado cuantos humoristas imitan, al General Pinochet? La imitación es un tácito reconocimiento de las superioridades del original.

¿Recuerda cuando el líder concertacionista Gabriel Valdés Subercaseaux expresó, “la manera ejemplar en que un supuesto dictador había respetado el propio itinerario político que se autoimpuso, y entregó sus bastones de mando a los políticos, como un ejemplo de democracia para el mundo”?

La Concertación durante 20 años nos ha robado la historia y ha hecho un trabajo comunicacional que mantiene en la ignorancia a toda una actual generación de jóvenes, que no tienen idea de lo realmente ocurrido en Chile. Para ellos el problema de los DD.HH., se limita a los desaparecidos de los que la dictadura militar es responsable. ¿Y se sabe que los uniformados tuvieron 760 caídos durante su gobierno, en defensa de la paz ciudadana? Gran cantidad de estos uniformados fueron asesinados por la espalda o víctimas de bombas terroristas articuladas por subversivos que fueron entrenados en el extranjero e ingresados clandestinamente a Chile, para enfrentarse con las fuerzas regulares de la nación.

Felizmente puedo informar a nuestros lectores, que se está haciendo un documental de la verdad de lo acontecido, dando a conocer la obra gigantesca del gobierno de las Fuerzas Armadas y de Carabineros y que los chilenos ni siquiera imaginan. Esta película será estrenada en Septiembre de 2011 y es un testimonio irrefutable de lo que ocurrió en nuestro país.

Muchos afirman que lo que más ha afectado al General Pinochet es el caso Riggs, provocando deserciones en muchos de sus más asiduos seguidores. Sobre este punto quiero manifestarles que no existe una condena ejecutoriada de sus ventiladas y publicitadas investigaciones, pero los montos a los que están llegando, son absolutamente concordantes con los ahorros de un Comandante en Jefe que condujo su institución por 25 años y que rigió los destinos de Chile por 17 años. Recordemos que se recibió de un país quebrado, que no tenía un peso y que en esos días, el que hubiera querido robar, no tenía la posibilidad de hacerlo, aunque hubiera militado en la Concertación.

Pinochet, entregó nuestro país en el umbral del desarrollo; él abrió las Alamedas por las que hoy transitan los políticos, después de haberse sometido voluntariamente al mandato popular que se decide en las urnas; pero lo que es irrevocable, entregó Chile con un 7% de crecimiento anual y un 5% de cesantía. En 20 años en manos de los políticos concertacionistas, la cesantía llegó al doble y el crecimiento del país fue inmensamente inferior.

¿Recuerdan cuando a través del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno de Bachelet, se dio a conocer que se le había detectado en el Banco HSBC de Hong Kong (Hong-kong & Shanghai Banking) más de nueve toneladas de oro de su propiedad, equivalentes a US$ 160 millones de dólares? Esa fue la noticia y dejó en segundo plano cualquier otra información. Como siempre, hacían intervenir al Consejo de Defensa del Estado, a los manoseados Tribunales, con su Ministro en Visita de turno (que se tenía que portar bien si quería postular a ser nombrado en la Corte Suprema), y con el eco, a coro, de los millonarios abogados de los DD.HH. beneficiados por este lucrativo negocio en que esquilman al Estado. El desmentido que echó por tierra esa infamia de los supuestos lingotes, fue difundido sin ninguna proporción con relación a la denuncia.

Los autores del pronunciamiento del 11 de septiembre de 1973, fueron nuestras Fuerzas Armadas conducidas por un General el que sólo será dignificado con los años, como ha sido con todos nuestros próceres. Reconocer a un militar dotes de conductor exitoso de un pueblo, mortifica a los políticos y a sus fracasados sistemas.

¡Después de su vida, cuánto más se le sigue utilizando y exigiendo a nuestro apreciado General!

Voy a terminar este artículo haciéndoles un vaticino: Todo aquello que sucedió hace 37 años, volverá a estar de moda nuevamente, más temprano que tarde. Me gusta esta idea de la moda y debemos esforzarnos en poner de moda nuestras ideas que son las correctas. Por ahora, les cuento que soy un acérrimo pinochetista, al igual que Hermógenes y Patricia Maldonado....

Eric Villena

1 comentario:

Heitai dijo...

No tengo la suerte de conocer a al General Ricardo Hargreaves, pero tenía antes de ese incidente que Ud. menciona, una buena opinión de ese oficial. Si Cheyre y el resto de los felones que han desfilado por la CJE, y el EME hubieran escuchado sus recomendaciones, Antuco y sus muertos no sería la tragedía que fue.



Veritates:
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furtum
ignorantia